A partir de que comencé mi webcomic, Nada de Política, por diversos medios he entrado cada vez más en contacto con un titipuchal de webcomics. El primero que ví fue El Bulbo, de Bachan, seguido inmediatamente por El Cadáver Exquisito... y me sorprendió que se hicieran historietas de ese nivel. Nombres como Humberto Ramos, Edgar Clement, Pato Betteo o Tony Sandoval, aparte de Bachan, se agregaron a un proyecto de enorme frescura y dinamismo, que me atrapó. Ahí mismo, en el sitio de Balazo, se comenzó a publicar también El Muertito Sabrosón, una versión más toon al Cadáver, y la cantidad de moneros de alto nivel me volvió a sorprender.
A partir del primer contacto con los Balazos, comencé a buscar los proyectos individuales de todos esos autores, y aparte de eso, a través de sus links a encontrar más y más tiras hechas por mexicanos (que ya no voy a enlistar aquí, pero pueden hallar en la barra de herramientas, a la derecha y hacia abajo, en mi webcomic), y la mera verdad, me ha sorprendido mucho la diversidad de temas y estilos, que contrasta enormemente con la oferta de comic impreso (que viene casi todo de EUA, lo sabemos). Refrescante y enormemente divertido.
He encontrado gente que puede darse un tú por tú con los grandes dibujantes de EUA, gente con la capacidad de escribir diálogos hilarantes, gente capaz de escribir sobre cosas aparentemente aburridas y aún así hallar formas interesantes de mostrarlo... en fin, que ojalá que cada uno de esos autores logre hacer la elusiva transición del mono digital al compendio en papel, el Santo Grial de los moneros.
El método tradiconal de publicación, expresado en 1) dibujar 50 o 100 páginas, para crear una novela gráfica, 2) buscar una editorial que publique tu historia, 3) sacarla al mercado y hacer publicidad sobre una obra y autor desconocidos y 4) rezar por que funcione y se venda, creo que ya no tiene mucha viabilidad. En ese sentido, admito que me parece que el modelo de negocio que tiene mejores posiblidades de desarrollo a futuro es 1) publicar en la red, 2) lograr juntar un grupo de fans fieles a la historia y 3) ya con ese material bajo el brazo, buscar una editorial y publicar un compendio con ese mercado ya amarrado. Esa es la ruta que se puede seguir perfectamente con un webcomic, y que en su momento, espero recorrer también.
Cruzo los dedos.
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